Un mayor conocimiento de las maniobras de resucitación cardiopulmonar podría salvar muchas vidas
“Tus manos pueden salvar la vida de un ser querido”: este es el eslogan elegido por el Consejo Europeo de Resucitación Cardiopulmonar (European Resuscitation Council) para celebrar el Día Europeo de Concienciación del Paro Cardíaco, hoy, 16 de octubre en todo el continente.
Con este motivo, el Consejo Español de Reanimación Cardiopulmonar (CERCP) recuerda que las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en España. Más de 70.000 personas sufren cada año un infarto agudo de miocardio (IAM). De ellos, alrededor de 30.000 mueren por parada cardiorrespiratoria (PCR) antes de llegar al hospital, una cada 20-23 minutos todas las horas del día y todos los días del año. Esta cifra es más de 10 veces superior a la de los accidentes de tráfico.
Aproximadamente un 80% de los fallecimientos por PCR se producen en el domicilio de los pacientes, y la mayoría son presenciados por familiares o amigos. Pese a ello, en el 80% de los casos los testigos no realizan ninguna maniobra sobre el enfermo, lo que no es de extrañar teniendo en cuenta que el 70% de los españoles no sabe reconocer una situación de PCR.
Los estudios demuestran que la supervivencia de los pacientes que sufren una PCR se ve favorecida por la realización de una serie de acciones secuenciadas, lo que se conoce como cadena de supervivencia. Esta está formada por cuatro eslabones:
1- Reconocimiento precoz de la situación de PCR y activación del servicio de emergencias médicas a través del teléfono 112 (o 061 en las comunidades autónomas en las que esté disponible).
2- Inicio inmediato de las maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP) básica: compresiones torácicas y ventilaciones.
3- Utilización, en cuanto esté disponible, de un desfibrilador semiautomático (DEA).
4- Administración de cuidados post-resucitación a los pacientes con PCR recuperada.
A pesar de que los estudios indican que la realización de estas acciones de forma concatenada puede duplicar o triplicar la supervivencia de estos pacientes, actualmente sólo reciben maniobras de RCP básica uno de cada cinco pacientes que sufren una PCR fuera del hospital. “En aquellos países con una tasa de realización de RCP por testigos alta, como Suecia o Japón, el porcentaje de supervivencia de estos pacientes puede llegar hasta el 50%. En nuestro país, desgraciadamente, la situación es bastante peor”, explica el Dr. Ignacio Fernández Lozano, presidente del CERCP.
La realización de estas maniobras es particularmente efectiva cuando se inician precozmente. Diversos estudios demuestran que el tiempo transcurrido entre la instauración de la PCR y la iniciación de maniobras de RCP es uno de los factores pronósticos más importantes. La posibilidad de supervivencia del paciente disminuye un 10% cada minuto que se demoran estas maniobras, por lo que sería deseable que se iniciaran en los 3-4 primeros minutos de la situación de PCR.
“Es misión, como recoge nuestro ordenamiento jurídico, de las instituciones públicas garantizar la asistencia sanitaria de los ciudadanos, formando a los profesionales sanitarios y a otros posibles primeros intervinientes para que den una respuesta adecuada a la PCR y fomentando la difusión de las maniobras de RCP básica entre la población en general”, apunta Fernández Lozano.
Para la realización de este objetivo, que podría ayudar a salvar hasta 100.000 vidas en Europa cada año, la Administración cuenta con la ayuda de las sociedades científicas relacionadas con la materia, que están integradas en el Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (CERCP).
Con la intención de avanzar en el logro de sus fines y objetivos el CERCP ha elaborado, con la finalidad de aumentar la supervivencia de las personas que sufren una PCR, el siguiente decálogo de recomendaciones, y muestra su disposición absoluta para colaborar con las administraciones públicas en el desarrollo de las mismas.
DECÁLOGO DE RECOMENDACIONES
1. Consideración del CERCP, en su condición de asociación que agrupa a todas las sociedades científicas y entidades públicas que, a nivel estatal, tienen entre sus objetivos la enseñanza, estudio y difusión de la RCP, como el órgano de referencia a nivel estatal en materia de RCP.
2. Elaboración, de forma conjunta entre el CERCP y las diversas administraciones públicas, de una campaña de difusión multimedia de las maniobras de RCP básica y primeros auxilios a nivel estatal.
3. Impulsar la implantación, en los centros sanitarios de los distintos niveles asistenciales, de un plan de atención a la PCR, que incluyese tanto la elaboración de un protocolo de actuación como la formación del personal sanitario.
4. Instar a los órganos de gobierno españoles a que recojan en su legislación, de forma explícita, la despenalización de los ciudadanos para realizar las maniobras de RCP.
5. Lograr la unificación de las distintas legislaciones autonómicas en las cuestiones relacionadas con la utilización del DEA por personal no sanitario. A este respecto proponemos la modificación del Real Decreto 365/2009, de 20 de marzo, de forma que se reduzcan los requisitos necesarios para la instalación y uso de estos dispositivos, así como adecuar la carga formativa necesaria para permitir su utilización por personal no sanitario. Sería conveniente también que la ley recogiese, de forma clara y explícita, los lugares en los que sería preceptiva la existencia de un desfibrilador semiautomático.
6. Priorizar en las convocatorias públicas de investigación los estudios sobre Programas de Prevención y Promoción de la Salud en el Área de las Enfermedades Cardiovasculares y muerte súbita, en particular en el seno del Sistema Nacional de Salud.
7. Determinar de forma precisa la incidencia de la muerte súbita en la población. Para ello, debería apoyarse la implementación de los sistemas de registro de muerte súbita actualmente existentes; el estudio OHSCAR, en el que participan todos los sistemas de emergencias médicos extrahospitalarios del Estado; y el Registro de Muerte Súbita en el deportista, cuya creación fue propuesta por la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Senado en una moción aprobada el 17 de noviembre de 2010.
8. Fomentar la enseñanza de habilidades relacionadas con la respuesta a la situación de RCP en todos los niveles formativos, adecuando el grado de formación a las capacidades de los diferentes primeros intervinientes, haciendo una especial incidencia en las intervenciones sobre la población escolar mediante la introducción de estas técnicas en el curriculum académico, y buscando garantizar el conocimiento masivo de las técnicas de RCP básica entre los ciudadanos.
9. Mejorar la respuesta sanitaria a la cardiopatía isquémica, causa primaria de la mayoría de las PCR que se producen en el entorno extrahospitalario. Para ello es preciso: realizar protocolos de respuesta en los distintos niveles asistenciales sanitarios; mejorar los tiempos de respuesta de los servicios de transporte y asistencia sanitaria urgente; perfeccionar los servicios de telemedicina (interpretación de ECG a distancia)…
10. Promover la realización de reconocimientos médicos a las personas que vayan a iniciarse en la práctica deportiva, que deberían incluir al menos una anamnesis dirigida, una exploración física básica (que incluya palpación de pulsos periféricos, toma de presión arterial en ambos brazos y antropometría) y la realización de un ECG de superficie.